Pequeña obra de teatro
Nombre de la obra: “Conversación astuta entre dos seres en las estrellas”
(Se abre el telón - dos personajes sentados junto a una mesa)
Personaje numero 1: Debemos mantener el control de la situación. Impidamos tener contradictores será fácil. Camarada, te propongo que inspiremos una nueva filosofía. Hagamos circular esta idea: “el artista debe despreciar de entrada asociar su trabajo a una retribución económica.”
Personaje numero 2: Oye… ¡excelente idea! Difundiendo aquello evitáremos que el liquido llegue a las manos del pueblo. Pero… tal vez eso no será suficiente para convencer a toda el medio... por ejemplo: ¿qué haremos con los pintores que aun quieran trabajar?
Personaje numero 1: No te preocupes, te propongo que inculquemos otras cláusulas. Por ejemplo, qué te parece difundir lo siguiente: hagamos creer que en el arte no vale la pena hacer hoy pintura, ni mucho menos dibujar. ¡Quitémosles el objeto!
Personaje Numero 2: (gesto ávido de poder) qué idea tan encantadora la tuya camarada, excelente… ¡seguiremos estando en el trono! (rostro perspicaz). Sin embargo, te tengo otra invitación que puede ser aun más práctica: hagámosles creer a estos títeres, que lo “contemporáneo” en el arte consiste en problematizar todo el tiempo sobre lo que ha sido el dibujo o sobre lo que ha sido la pintura, o ¡sobre lo que ha sido el arte mismo en la historia!… jajaja ¡imagínate el cortocircuito que causaremos en sus mentes iletradas! Jajaja que malos somos.
Personaje numero 1: (aplaude avivadamente) tus ideas son magnificas, unas cuantas editoriales compradas, museos, gente pagada en las academias… hacer trabajar a todos estos muñecos, haciéndoles todo el tiempo poner en duda lo que es el arte mismo…jajaja, los tendremos ocupados por largo tiempo, je.
Personaje numero 2: Si. Contratemos unos filósofos para que redacten y acuñen todo este asunto… tiene que quedar bien escrito… llama a… llama a los franceses.
Personaje numero 1: Los llamaré enseguida. Pero antes… ¡eres realmente muy malo! Y tienes razón, por eso que te parece esta burrada: “El artista debe entender que puede señalar cualquier basura, ponerla en un museo y decir con tranquilidad que se trata de su obra.”
Personaje numero 1: (rostro de sorpresa) Pero…compañero… creo que eso ya lo había hecho Marcel Duchamp… Déjame ver, dejame ver… hasta tienes tu razón… oye no lo había pensado, ¡excelente idea!, ¡reencauchemos a ese idiota!
Personaje numero 2: ¡Je! ¡Si!, reencauchémoslo y te propongo algo más… confundamos aun más el asunto. ¿Qué te parece si… en cierto momento… introducimos la idea de que no existe el “Estilo”?
Personaje numero 1: ¿El estilo? ¿Solo eso? Noooooooo, mira ¿no te parece mejor de una vez hacerle creer a toda esta gentuza que no existe ni siquiera el autor? De esa forma, de una vez hacemos moñona sobre generaciones enteras.
Personaje numero 2: Amigazo, ¿cómo no se me había ocurrido eso antes? ¡Es una excelente propuesta! Será cuestión de un par de llamadas para comenzar a mover los hilos. Déjame ver… yo me encargo de todo… incluyamos de paso un componente marxista en todo este asunto…algo que diluya más el panorama, para evitar dejar rastros.
Personaje numero 1: No te preocupes, eso vendrá por su cuenta. Una vez engranados unos cuantos circuitos, lo demás ira sobre ruedas. (Rostro y gesto de seguridad)
Personaje numero 2: Oye pero… ¿Y si a algunos les da por oponerse, resistir y hacer vanguardia?
Personaje numero 1: ¿vanguardia? Jajaja… a estas alturas no te preocupes, inculcaremos que actualmente bajo las bondades de la globalización… es imposible realizar vanguardia alguna… con eso nos libramos del problemita facilito, nos limpiamos las manos, adiós tontuelos, y nosotros en la cima escogiendo lo que sea.
Personaje numero 2: Jajaja pues si… Oye, pero a la larga… ¿no causaremos algún daño en los países subalternos si ponemos a funcionar todo este lucrativo engranaje? Tu sabes… aquí es cuestión de diversión, pero allá… tú sabes como son allá de ingenuos y de crédulos.
Personaje numero 1: ¡Vah! ¡Qué más da! Pobres son… pobres se quedarán. Nunca han hecho cosa alguna por cuenta propia y nunca la harán. Por eso, simplemente, paguemos unos cuantos curadores para que catequicen allá en Sur América y ¡listo el pollo!
Obra de teatro de Dimo García.
Todos los derechos reservados.
Nombre de la obra: “Conversación astuta entre dos seres en las estrellas”
(Se abre el telón - dos personajes sentados junto a una mesa)
Personaje numero 1: Debemos mantener el control de la situación. Impidamos tener contradictores será fácil. Camarada, te propongo que inspiremos una nueva filosofía. Hagamos circular esta idea: “el artista debe despreciar de entrada asociar su trabajo a una retribución económica.”
Personaje numero 2: Oye… ¡excelente idea! Difundiendo aquello evitáremos que el liquido llegue a las manos del pueblo. Pero… tal vez eso no será suficiente para convencer a toda el medio... por ejemplo: ¿qué haremos con los pintores que aun quieran trabajar?
Personaje numero 1: No te preocupes, te propongo que inculquemos otras cláusulas. Por ejemplo, qué te parece difundir lo siguiente: hagamos creer que en el arte no vale la pena hacer hoy pintura, ni mucho menos dibujar. ¡Quitémosles el objeto!
Personaje Numero 2: (gesto ávido de poder) qué idea tan encantadora la tuya camarada, excelente… ¡seguiremos estando en el trono! (rostro perspicaz). Sin embargo, te tengo otra invitación que puede ser aun más práctica: hagámosles creer a estos títeres, que lo “contemporáneo” en el arte consiste en problematizar todo el tiempo sobre lo que ha sido el dibujo o sobre lo que ha sido la pintura, o ¡sobre lo que ha sido el arte mismo en la historia!… jajaja ¡imagínate el cortocircuito que causaremos en sus mentes iletradas! Jajaja que malos somos.
Personaje numero 1: (aplaude avivadamente) tus ideas son magnificas, unas cuantas editoriales compradas, museos, gente pagada en las academias… hacer trabajar a todos estos muñecos, haciéndoles todo el tiempo poner en duda lo que es el arte mismo…jajaja, los tendremos ocupados por largo tiempo, je.
Personaje numero 2: Si. Contratemos unos filósofos para que redacten y acuñen todo este asunto… tiene que quedar bien escrito… llama a… llama a los franceses.
Personaje numero 1: Los llamaré enseguida. Pero antes… ¡eres realmente muy malo! Y tienes razón, por eso que te parece esta burrada: “El artista debe entender que puede señalar cualquier basura, ponerla en un museo y decir con tranquilidad que se trata de su obra.”
Personaje numero 1: (rostro de sorpresa) Pero…compañero… creo que eso ya lo había hecho Marcel Duchamp… Déjame ver, dejame ver… hasta tienes tu razón… oye no lo había pensado, ¡excelente idea!, ¡reencauchemos a ese idiota!
Personaje numero 2: ¡Je! ¡Si!, reencauchémoslo y te propongo algo más… confundamos aun más el asunto. ¿Qué te parece si… en cierto momento… introducimos la idea de que no existe el “Estilo”?
Personaje numero 1: ¿El estilo? ¿Solo eso? Noooooooo, mira ¿no te parece mejor de una vez hacerle creer a toda esta gentuza que no existe ni siquiera el autor? De esa forma, de una vez hacemos moñona sobre generaciones enteras.
Personaje numero 2: Amigazo, ¿cómo no se me había ocurrido eso antes? ¡Es una excelente propuesta! Será cuestión de un par de llamadas para comenzar a mover los hilos. Déjame ver… yo me encargo de todo… incluyamos de paso un componente marxista en todo este asunto…algo que diluya más el panorama, para evitar dejar rastros.
Personaje numero 1: No te preocupes, eso vendrá por su cuenta. Una vez engranados unos cuantos circuitos, lo demás ira sobre ruedas. (Rostro y gesto de seguridad)
Personaje numero 2: Oye pero… ¿Y si a algunos les da por oponerse, resistir y hacer vanguardia?
Personaje numero 1: ¿vanguardia? Jajaja… a estas alturas no te preocupes, inculcaremos que actualmente bajo las bondades de la globalización… es imposible realizar vanguardia alguna… con eso nos libramos del problemita facilito, nos limpiamos las manos, adiós tontuelos, y nosotros en la cima escogiendo lo que sea.
Personaje numero 2: Jajaja pues si… Oye, pero a la larga… ¿no causaremos algún daño en los países subalternos si ponemos a funcionar todo este lucrativo engranaje? Tu sabes… aquí es cuestión de diversión, pero allá… tú sabes como son allá de ingenuos y de crédulos.
Personaje numero 1: ¡Vah! ¡Qué más da! Pobres son… pobres se quedarán. Nunca han hecho cosa alguna por cuenta propia y nunca la harán. Por eso, simplemente, paguemos unos cuantos curadores para que catequicen allá en Sur América y ¡listo el pollo!
Obra de teatro de Dimo García.
Todos los derechos reservados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario