A propósito de la exposición de Murakamien el Guggenheim de Bilbao, lo cierto es que la movida oriental está poniendo la brújula en su sitio, aquí unas obras de Ginjiro Mawatari y otros de oriente, Link.
La forma de trabajar de Murakami, según lo que he oido, es la de "encargárselo" a sus discípulos. Él dice lo que quiere y sus pupilos lo hacen. Algo que por otra parte ya hacían los grandes maestros de la pintura del renacimiento.
Yo, personalmente, no se si eso es bueno o es malo. Por un lado, no me imagino a mí mismo delegando mi trabajo en otros, incluso me parece casi inmoral, ya que la forma de trabajar se asemeja más a una factoría que a otra cosa. Por otro lado, puede ser una forma de poder trabajar más cantidad y con más agilidad, ni que decir tiene que ganando mucho más dinero.
Que le parece a Apuntes críticos esta forma de crear?
Hola Juanma, es cierto desde el siglo XV los artistas han trabajado con ayudantes, inclusive la enseñanza y la transmisión de los saberes del taller se hacia precisamente de esa forma. Como sabes durante el Renacimiento los artistas oficiales tenían por lo general entre 4 o 5 aprendices a su cargo, no se les pagaba, el maestro debía alojarlos y darles de comer. Y el tiempo que duraban en compañía del mismo les servía para aprender el oficio. Luego para volverse artistas tenían que ejecutar una obra maestra y pagar mucho dinero a las cofradías de la época para poder trabajar de manera independiente. Es conocido que muchos no tenían suficiente dinero y preferían seguir trabajando toda su vida al lado del maestro que los formó.
A mi me parece que esa era una buena manera de aprender y que puede hoy también ser aplicable si el artista realmente sabe lo que hace y puede enseñar algo.
Personalmente hace unos años realicé una experiencia con algunos estudiantes que me colaboraron para hacer unos cuadros (no los tengo subidos en la red) sobretodo porque en esa época no me quedaba tiempo para pintarlo todo y la colaboración en las primeras capas de la pintura (teniendo yo ya muy claro de antemano las imágenes que yo quería realizar) me fue muy útil, finalmente yo terminé los cuadros. Obviamente era un trabajo pagado y además los estudiantes se divirtieron y aprendieron.
A mi me parece que cuando es así, si resulta honesto. Otra cosa es poner a otros a hacerlo todo sin saber ni siquiera como se hace.
Me parece que el trabajo en colaboración es clave. David Hockney dice que la manera de trabajar en los antiguos talleres del siglo XV es muy similar a la forma de trabajo de las grandes producciones cinematográficas de Hollywood donde mucha gente trabaja con un mismo objetivo. Lo mismo pasa hoy en día en los talleres de manga japonés.
A mi me parece que todo esto es arte y es valido, si las cosas son honestas, si el trabajo se paga y si todo el mundo esta contento con lo que hace.
Otra cosa muy distinta es poner a los demás a hacer todo y quedarse con los créditos, poner la firma y ya, con eso no estoy de acuerdo. Hay muchos casos así de gente que manda a hacer las obras, sin ni siquiera manejar la técnica, pero pienso que en ese caso, especilmente cuando es mal pago, puede ser considerado como un abuso y una explotación.
Dimo: me alegra que a un hartista no le parezca escandalosa la comparación entre el sistema de un taller renacentista y un estudio de Hollywood. Y que se admita que esto y otras cosas (Murakami, los propios cuadros cuyas primeras fases tú mismo encargaste a unos alumnos una vez), "también es arte y es válido". Cuando yo dije cosas parecidas, comparando la producción de arte contemporáneo con el cine, hablando de artistas que no usan sus manos pero "proyectan" igual que un arquitecto, o considerando la Factory de Warhol como heredera de talleres como el de Rubens, todo el hartismo (o más bien su ortodoxia)se me echó encima. En fin, sé que no soy David Hockney: hacéis muy bien en hacerle más caso a él que a mí. Todo sea por la amplitud de miras y la tolerancia con respecto a disciplinas y métodos diversos.
Tambien creo que existen diferentes métodos y disciplinas en las artes plásticas.
Lo que en Apuntes Críticos se critica es que en gran parte del arte contemporáneo los métodos de trabajar en la realización de imágenes han sido reemplazados por los métodos de engañar con discursos. En resumidas cuentas eso es lo que se critica en Apuntes Críticos.
La diferencia entre el taller de Warhol y el de Rubens es que Warhol fue el jefe de una serie de marginales, drogadictos, y estrellas perdidas del cine que participaron en instalaciones y películas a veces aburridas dirigidas por un personaje con peluca. Rubens era un emprendedor más prudente que tenía ayudantes que se levantaban por las mañanas a pintar.
La comparación entre el taller renacentista y un estudio de Hollywood es más plausible porque en ambos casos se trata de crear productos visuales que le interesen al público.
Sobre los discursos de los artistas plásticos que no utilizan las manos para crear, una vez pasado el conceptualismo, creo que vale la pena considerarlos con escepticismo.
Veo que te fijas en lo esencial de los artistas. Sobre Warhol reparas en que usaba peluca. Que su cohorte estuviese compuesta por marginales (¿?) y drogadictos te parece también un dato fundamental, aunque no tanto como el hecho (por comprobar) de que los discípulos de Rubens se pegaran unos buenos madrugones.
Hombre, Dimo, si es precisamente el público lo que crees que comparten el renacimiento y el Hollywood clásico... Yo me refería más al sistema, al trabajo colectivo, a las jerarquías en el taller... Pero, ¿el público? En artes plásticas, algo parecido al público de masas del cine (y artistas influenciados por ello) no empezó a existir hasta finales del XVIII.
El escepticismo está bien, eso por descontado. Pero no tanto como para creer que el conceptualismo haya pasado.
EL público siempre se encuentra al origen de lo que hace el artista. La concepción de que el artista es alguien encerrado en una montana que no le interesa lo que piensen los demás es sabido que es del siglo XIX.
Antes de esa época, SI que los artistas trabajaban en lo que su publico quería. Pienso que esto no implica necesariamente un impedimento para las capacidades creativas de los pintores o escultores.
Inclusive las condiciones muy estrictas impuestas por el clérigo en otras épocas eran en realidad un reto para el artista de genio.
También creo que el público es fundamental así como la disciplina en el trabajo del taller. Otra cosas es que con el advenimiento de la democracia y la aparición de los museos, el publico se hizo más amplio y el arte dejó de ser privilegio de los dirigentes.
Pero pienso que no solo por estos cambios el pùblico se hizo mas numeroso, sino porque las capacidad de apreciar el arte y de valorar el trabajo visual son universales. Mientras en el pasado había cada vez mas pùblico para las manifestaciones del espíritu, hoy hay cada vez menos.
Las exposiciones de pésima calidad, los engaños frecuentes por medio del discurso y las tonterías sin ética, disciplina, método o creación visual que se ven son la norma.
La verdadera vanguardia actual es la que se opone al engaño como estrategia artística.
Y por ello es que yo personalmente estoy a favor del mercado, donde el público elige lo que quiere, que es al final el índice de la sociedad y la cultura donde vivimos.
Dealli el triunfo de los griegos, de los romanos, de los gringos.
Es preferiblemente mil veces apoyar el arte como industria que genera puestos de trabajo para los artistas: industria cinematográfica, comics, producción editorial etc, que el nihilismo sin sentido que solo produce y patrocina la desdicha. Este ultimo no valora a los artistas crativos, sino a aquellos que por el dinero, los contactos y las mentiras exponen en los museos de arte contemporqaneo donde no existe ningun critetrio ni norma de valor.
Dimo: respeto tus gustos y opiniones con respecto al arte actual, aunque no comparta casi nada de todo ello. Pero no puedo tomar en serio las cosas que dices sobre la historia del arte, porque son sencillamente falsas, o, en el mejor de los casos, anacronismos que cometes involuntariamente.
"El público siempre se encuentra al origen de lo que hace el artista", dices Como te expliqué, Dimo, no existe público tal y como lo entendemos hoy hasta finales del XVIII, cuando los salones empiezan a mostrar el arte a todo el mundo, surge la crítica, etcétera. No te engañes, con anterioridad el arte se fabricaba sólo para servir a un patrón (la iglesia, el estado, y más tarde el capital). Por ejemplo, quienes se acercaban a ver el Pórtico de la Gloria no eran público de arte; eran fieles religiosos.
El artista romántico sólo fiel a sí mismo al que aludes surge en el XIX, cierto, pero contra quien reacciona no es contra el público, sino precisamente contra el patrón. El proceso de ensimismamiento al que creo que te refieres rompe sobre todo en la vanguradia histórica (y de forma más radical en las segundas vanguardias).
Por eso decir que "Antes de esa época, SI que los artistas trabajaban en lo que su publico quería" es falsear la historia. Es falso, Dimo, estás aplicando el esquema actual de medios de masas a un montón de épocas en las que nada de eso existía. Eran cuatro. El obispo, el príncipe, y más tarde el banquero.
Habría mucho que decir sobre eso de relacionar tan alegremente "el advenimiento de la democracia", "la aparición de los museos" y la "ampliación del público". Es un tema muy interesante, pero complejo. De todas formas, te concedo que, visto a grosso modo, algo hay de verdad en ello.
Lo que no tiene defensa posible es eso de que "la capacidad de apreciar el arte y de valorar el trabajo visual son universales". ¿Todavía no aceptamos que siempre se habla desde una cultura muy concreta perteneciente a un tiempo muy concreto (sea ésta occidental, oriental, etcétera)? ¿Qué es eso de la universalidad cuando hablamos de cultura? Tampoco te engañes en esto, Dimo: cuando los ilustrados franceses escribieron la Declaración Universal de los Derechos del Hombre sólo redactaron unas cuantas consignas que respondían a determinada tradición de determinada élite de determinada capital europea de determinado siglo. Nada que ver, por ejemplo y por no irnos hasta la China, con el Magreb o incluso Rusia.
Sobre el resto de tus opiniones sobre la situación actual del arte o cómo podría mejorar ya te digo que no entraré. Sólo te pido por favor que sobre historia seas más riguroso.
Pues si no comparte nada de lo que digo, no veo que hace en mi blog o que pretende con esta conversación. Creo que puede buscar más bien a alguien para hablar que no cometa anacronismos, no crea en la universalidad del arte y que sea tan riguroso como usted lo desea.
EN muchos artículos he explicado ya mis opiniones sobre el relativismo cultural, doctrina del arte actual que considero nefasta para la creacion contemporanea, busque los artículos si le interesa ese tema.
Me gustaría responder más, pero la verdad el sentimiento que experimento al leer su mensaje es de ofuscación porque usted pretende "enseñarme" cosas, como si yo fuera un ingenuo que tuviera que enterarme de obviedades que en realidad poco o nada comparto y que sabría bien refutar pero realmente me da pereza por el tono que utiliza.
Igual muchos caemos en ese error, revela un ego desmedido.
(Rae) Público: 7. m. Conjunto de las personas reunidas en determinado lugar para asistir a un espectáculo o con otro fin semejante.
Estoy utilizando esta última, aunque concedo que el termino espectador(es) puede ser mas preciso.
Tercer párrafo: la primera frase hace una afirmación que parece querer aclarar algo que me atribuye que yo he dicho. No he dicho eso. La segunda idea es falsa, históricamente es en el romanticismo.
Cuarto y quinto párrafos: lo mismo que el segundo.
Sexto párrafo: (de a vuelo) el relativismo que todo lo iguala, permite pensar que da lo mismo la Gioconda en el museo del Louvre que una plasta de perro afuera del museo. "La percepción de lo que es arte es un hecho cultural." dicen por ahi los que hoy buscan engañar con obras que no despierten ningún interés. En todo caso es un buen argumento para los astutos.
Sobre el relativismo, tambien por dar un ejemplo de un orden completamente distinto, en la diversidad humana, entre muchas otras canalladas la escisión del clítoris en las mujeres debe ser vista entonces con condescendencia y curiosidad por occidente al tratarse de un hecho cultural que toca respetar, frente al cual las culturas “civilizadas” no tienen porque meterse.
En este punto podemos quedarnos por horas, lo cierto es que no creo en el relativismo, y si creo en la universalidad de los derechos humanos.
Ultimo párrafo: son dos frases petulantes, que sobran en su mensaje. SI no son escritas para agredir ?que aportan al resto de las ideas que expresa?
Pensé que estábamos discutiendo sobre arte. Ya sabes: los antiguos, los modernos, el romanticismo, la vanguardia... ¿Por qué de repente dedicas un post entero a hablar sobre mí? ¿Por qué tanta gente en Internet pasa tan fácilmente de los argumentos a las alusiones personales? No hace falta que me contestes, no es el tema. Te invito a "desperezarte" un poco y a que reformules, si puedes, lo que has dicho sobre el papel del público del arte a través de la historia. También a que me rebatas desde tu universalismo lo que te he contado sobre nuestro inevitable eurocentrismo (o americacentrismo o asiacentrismo...). Y sí, pretendía enseñarte cosas, pero sólo porque creí que te gustaría aprender. A mí sí me gusta, y por eso entro más aquí que en los blogs en los que todo el mundo está de acuerdo conmigo.
Pero Dimo, ¿vamos a reducir la discusión sobre toda una categoría del entramado artístico como es el público (y su evolución histórica) a la definición de un diccionario?
No creo que sea una idea falsa el pensar que los románticos se rebelaron contra los patrones más que contra el público, ni que el ensimismamiento del artista fue un fenómeno esencialmente vanguardista. Son ideas que se puede discutir y matizar, y sólo se pueden despachar diciendo que son falsas si a continuación argumentas por qué. Yo te diré por qué pienso que no lo es.
Los románticos heredan el sistema de salones y crítica, que es el que muy recientemente acababa de crear un público como lo entendemos hoy en día. Digamos que los románticos no se dirigían al público, sino a "personas". Me refiero a que sus idiosincrásicos puntos de vista pretendían conectar con la subjetividad que los espectadores también tenían, y esto cuestionaba la visión unívoca y de valores universales que con anterioridad el artista fabricaba para el poder. El romántico se sitúa contra el poder, pero no contra el público, a quien pretende llegar apelando a otros sentimientos, digamos que más oscuros (lo sublime, lo siniestro... en definitiva, la cara B).
Es indudable que desde aquí arranca el ensimismamiento del arte. Pero yo creo que ello no está maduro hasta que las audacias técnicas llegan a un punto (primero Van Gogh, después Picasso, Malevitch, finalmente Duchamp) y el discurso se hace tan metalingüístico que el divorcio con el público se hace inevitable, salvo que medie una instrucción bastante exhaustiva.
El debate sobre el relativismo es muy complejo. Brevemente: que "la percepción de lo que es arte es un hecho cultural" es algo que sostiene mucha gente seria y con opiniones muy diversas, no sólo los que quieren engañar. Fíjate que ese aserto no es valorativo, sólo descriptivo. En la misma linea también hay mucha gente que dice -yo me incluyo- que la ablación de clítoris es una costumbre que ha llegado al siglo XXI en determinadas zonas de África de manera paralela a como llegó hasta los judíos de hoy en día la circuncisión, o a como lo hizo el numerito del pañuelo con el que los gitanos comprueban la virginidad de las recién casadas. Todo esto es, repito, descriptivo: lo único que decimos es que cada una de estas tradiciones depende de determinadas culturas, no de nada universal. Ahora bien, cuando toca ponerse valorativo, un relativista de este tipo no tiene problema alguno en preferir unas tradiciones sobre otras. No hay más que fijarse en cuáles producen sufrimiento para tratar de eliminarlas. Sí, eliminarlas: como se eliminó la cultura de los nazis o se debería hacer con la cultura mafiosa (por supuesto, nada de todo esto es tan grave cuando se habla de arte). Hay mucha gente interesante que ha escrito ya sobre todo esto, gente que suele ser caricaturizada por quienes no les leen como "relativistas irresponsables". Te recomiendo a Richard Rorty y a Gianni Vattimo, pero hay muchos más. Léeles, de verdad. En cualquier caso, si en un debate quieres defender valores universales deberías argumentar, no repetir que crees en ellos.
No he querido agredir, si lo he hecho te pido disculpas. Sólo busco un poco de rigor en el debate.
Rubén, es ridículo que te asombres de que se te aluda personalmente, por varias razones: en primer lugar tú lo haces siempre que intervienes (que por cierto siempre intervienes dando pesados discursos en calidad de erudito y para "corregir" la ignorancia de los demás) Además tú mismo eres el primero que ya entras en esta conversación auto-aludiéndote ((repasa tu primer comentario: "Cuando yo dije cosas parecidas..." "sé que no soy David Hockney..." "hacéis muy bien en hacerle más caso a él que a mí")) ¿Para eso atascas las conversaciones con docencias que nadie te pide? -como con el concepto y la historia del "público", cuando este sólo fue nombrado coloquialmente y de pasada- ¿se trata de éso, de una lucha porque te "hagamos caso"? Y ya que está el foco definitivamente en tí como sin duda buscas, dime también ¿eres adolescente? Esto me intriga más que Vattimo...
Ya estamos con el "y tú más". NO, NO QUIERO EL FOCO SOBRE MÍ, NI CORREGIR A NADIE, SÓLO SALTO CUANDO NO ESTOY DE ACUERDO CON ALGO, SÓLO QUIERO HABLAR SOBRE ARTE, Y QUE SE ME RESPONDA SOBRE ARTE, CON ARGUMENTOS Y SÍ, CON CIERTA ERUDICIÓN SI ES POSIBLE!! Y si no tienes nada que aportar sobre ARTE sólo te puedo decir una cosa: adiós!
Pues Rubén realmente coincido con Brasas, haces mucho énfasis en ti y luego le buscar cinco patas al gato en lo que dicen los demás.
En Apuntes críticos he escrito en varias ocasiones sobre el relativismo,por ejemplo aquî obviamente de manera ligera como lo permite un espacio como este.
Sobre la investigación académica en arte esta requiere una aproximación diferente al artículo de opinión. Lo digo porque no hay que confundir las cosas. En algún momento estuve trabajando en un texto universitario sobre el relativismo estético (el cual se desprende del cultural), tenía unas treinta páginas de notas pero abandoné la idea porque sentí que finalmente con ese debate me alejaba del arte, de la pintura que es específicamente mi profesión.
Lo que si es muy frecuente es que en las discusiones sobre arte contemporáneo aparezcan argumentos a favor del relativismo casi siempre, como ya dije, para justificar obras que muchas veces carecen de todo interés para la sociedad donde estas surgen. De resto pienso que esta misma temática casi nada tiene que ver con la actividad artística seria, disciplinada y que concierne oficios específicos: pintar, esculpir, hacer grabado, comics, video, etc.
Así como tú dices también hay mucha gente seria y desde campos tan diferentes como la psicología, la lingüística, la historia del arte y las ciencias naturales que desmienten desde sus diferentes campos las ideas relativistas. Seguramente conoces los autores así que prefiero no “aconsejarte” que leas tal o cual como tu lo haces.
El punto sobre que debemos hablar sobre arte, estoy de acuerdo, cuando quieras hablar sobre pintura, escultura, grabado, comics, con mucho gusto me apasionan estos temas. Lo que pasa es que quedarse en disquisiciones ideológicas sobre los marcos, (tal como tu y de paso como muchos artistas contemporáneos plantean el trabajo artístico) casi no aporta al desarrollo del trabajo en el taller (como sabrás soy pintor) y son en general temáticas muy poco imaginativas.
Por ahora Apuntes Críticos intenta salirse en lo posible de enfocar la reflexión sobre estos temas, ya que son herencia del conceptualismo y por lo tanto una tara para la creación contemporánea tal como aquí la entendemos. Es una opinión personal, claro está.
Ok, Dimo. De repente saltas con que no quieres discutir sobre los "marcos" (sobre el discurso), sino sólo sobre el oficio (la técnica). Es respetable. Pero no tenías que haber esperado hasta ahora para salir con esta pobre justificación que sólo quiere eludir el debate. La culpa es mía por pensar que sí te interesaban rollos teóricos como lo del Universalismo Vs. Relativismo. En fin, que te vaya bien pintando.
Extraño que alguien con cierto nivel como tu Rubén considere que “técnica” es igual a “oficio”. Y más grave me parece pensar que hablar sobre el oficio en arte sea hablar solo de la técnica (!)
¿Porque hablas de pobre justificación?. De por si, quitándole los epítetos a tu discurso creo que queda poco.
Te repito por tercera vez, el tema del relativismo lo he tratado muchas veces en Apuntes críticos, por eso no quiero repetir mil veces mâs lo que ya he dicho en muchas otras partes. Si tú eres relativista bien por ti. Yo no lo soy y punto. Es como si alguien que es cristiano quiere convencer a un musulmán que el cristianismo es la verdad o viceversa. ¿Porque el ejemplo teológico?
Porque cuando hablamos de relativismo y universalismo estamos hablando de creencias individuales.
Y en el plano de las creencias, para saber quien tiene la razón, por mi parte no me hace falta esperar a que las ciencias avancen lo suficiente para demostrar que tener cierta predilección por la luz más que por la oscuridad es una tendencia universal en los seres humanos. Se trata de un hecho simplemente.
Esa y mil otras circunstancias universales en nuestra especie, que no son culturales y que podría citarte intervienen en la percepción visual, estética y artística.
En fin, no faltan los relativistas que pretenderán que la ciencia es una "construcción cultural" asimilable en el plano de la certitud a lo que pueda decir cualquier tipo de chamanismo.
Basta decir que a mi me interesa mucho el chamanismo pero no en el plano de la argumentación discursiva sino en el de la imaginación.
Sobre el oficio artîstico, te aconsejo mi último post.
Sinceramente, creo que no sabéis ya ni lo que estáis discutiendo, o por lo menos por qué lo hacéis. Resulta curioso leer lo siguiente en la introducción del libro de Rubén Pardiñas:
"Muchos artistas contemporáneos han conseguido, desde Duchamp, exasperar al espectador con sus difíciles discursos y sus obras construidas con objetos sacados del cubo de la basura. ¿Cómo algo tan simple podía significar cosas tan complicadas? Y sobre todo, ¿por qué el arte no nos ofrece demasiadas lecturas trivializadas de estos discursos, como si no mereciera la pena hablar de ello si no es profundamente? En mi opinión, es un hecho que en cierto —y quizás no muy visible— sentido el artista contemporáneo sí se ha ido alejando de tanta seriedad y erudición discursiva. El animado viaje del arte objetual al arte de concepto parece que vuelve a su punto de partida, y con bastante morriña. Así, con la misma celeridad con que el cine se ha visto invadido de monstruos y explosiones digitales, la música de sofisticados recursos tecnológicos, y la mayor parte de las ciudades españolas de vistosos museos de arte moderno, muchos artistas se han ido cansando de la austeridad estética que el conceptual les exigía. Por ello, hoy, los objetos de deseo no son ya simples mondas de plátano, ni siquiera cuadros o estatuas, sino cosas bastante más llamativas. De la creciente espectacularidad de la obra de muchos artistas actuales se deduce que estos han alcanzado el convencimiento de que el arte es, definitivamente, el dominio de la forma sobre el contenido. No les falta razón. Después de todo, es la forma lo que hace que las grandes obras de literatura no sean telegramas, o que las buenas películas no sean vídeos domésticos. El discurso sigue estando ahí, si cabe más jeroglífico todavía, aunque demasiadas veces el artista delega todo esto en el crítico para concentrarse en su tarea como «escenógrafo». Pero descifrar esos discursos produce con frecuencia una situación desconcertante. Al contrario de lo que ocurría con la simple monda de plátano que encerraba toda una metafísica de la vida, la compleja instalación de vídeos interactivos en tiempo real que nos apabulla en el Guggenheim de la esquina resulta ser tan solo la misma crítica del capitalismo que venimos oyendo desde que Breton proclamaba junto a Trotsky la reconstrucción total y radical de la sociedad a través del arte"
¿Así es como se defienden las prácticas artísticas conceptuales? ¿No podrían suscribirlo esto Dimo y Brasas? ¿O es que se trata de venir aquí a llevar la contraria por el simple placer de hacerlo? No entiendo nada.
¡Por favor, JenkinsMallory! ¿Es tan difícil comprender que no todo es blanco o negro? No deja de sorprenderme la capacidad de algunos para auyentar a buenos contertulios con sus ofensas.
"Por ello, hoy, los objetos de deseo no son ya simples mondas de plátano, ni siquiera cuadros o estatuas, sino cosas bastante más llamativas. "
Me molesta algo del tono de este escritor, como que quiere que todos suscriban a él atacando a las dos partes, pero intentando ser cómplice de ambas al tiempo.
Es decir como que le falta comprometerse con una posición y no picar en todas y hacer un popurrí. Hay algunos teoricos que juegan esa carta pero se quedan en laacumulacion de datos.
De todas formas esto es una impresión a partir de esa transcripción, habría que leerlo más.
A mí lo que no deja de sorprenderme es tu cursilería, Teucro (y perdona que te lo diga). Este tipo de discusiones son muchas veces agrias. Poner en cuestión a un autor no es auyentarlo ni ofenderlo, es sólo CUESTIONARLO. No estoy de acuardo contigo en nada, Dimo, pero tengo que coincidir en que el texto no se decanta, es demasiado ambiguo. A mí también me gustarían posicionamientos más firmes.
JenkinsMallory: ya dije en otro sitio que yo también soy crítico con el arte conceptual, y con el arte contemporáneo en general. La diferencia es que a mí me gustaría que mejorase, no que desapareciese. Ocurre que cuando enfrente tienes a los apóstoles del hartismo -quienes plantean el debate en términos radicales como "pintura=arte verdadero" Vs. "conceptualismo=timo"- y no hay más donde elegir, pues uno acaba defendiendo lo que no quiere. Ese texto que reseñas, y en realidad todo el libro, era, es cierto, un cuestionamiento de ciertas derivas del arte contemporáneo. Pero hecha, repito, con afán constructivo, no reclamando una vuelta a la pintura (que nunca se ha ido, por cierto) ni a la manualidad, ni tachando de fraude a todos los conceptuales.
Dimo: como dices, tendrías que leer más para tener una opinión completa. Pero con respecto a las intenciones que me supones (intentar que todos suscriban lo que digo atacando a ambas partes y siendo cómplice de ellas) vas francamente desencaminado. No puedo dejar de dar la razón a teucro85: no todo es blanco o negro. El arte contemporáneo es difícil, y también lo es posicionarse sobre él. Quienes muchas veces reclaman un "compromiso" firme no se dan cuenta de que eso solo sirve, como ya expliqué, para simplificar el debate.
Por otra parte: el libro está escrito hace mucho tiempo; ni siquiera yo estoy de acuerdo con muchas cosas que se dicen en él.
Para terminar, una sugerencia para JM, Brasas, teucro85 y el resto de anónimos y nicks (cursis y no tan cursis). Os recomiendo que déis la cara; ya veréis cómo así no se os suelta la lengua con tanta facilidad, escribiréis cosas más meditadas e inteligentes y todos aprenderemos más.
El arte contemporáneo para mi no es difícil Rubén, según dices para tî si lo es.
¿Cual es tu definición de arte?
Como dijo un día espléndidamente Anxo Varela, yo puedo darte una definición de arte, pero dudo que tú puedas darme una. ¿Porque? Porque todo lo ves difícil. Confundes arte y teoría del arte.
De todas formas, sigue escribiendo, tal vez llegues a algo, pero procura tomar posiciones pero no te quedes como muchos en aguas tibias por encima y odio a la pintura por debajo.
Ok, ya te capto, Rubén. Posmodernismo rancio, metalingüística que no falte y relativismo a saco, como se decía más arriba. ¿Y el compromiso? Cero. Con defensores así el arte contemporáneo no necesita enemigos.
Yo también os capto, y veo que no tiene ningún sentido volver por aquí. Lo que os gusta es la concreción de las definiciones y la seguridad de los posicionamientos férreos, esto es, todo lo que os pueda proporcionar una visión del arte exenta de dificultades. Eso es lo vuestro. Lo fácil.
Lo fácil no, lo transparente. Aquí buscamos la claridad en las argumentaciones, la simplicidad en la comprensión de los fenómenos (que es lo mas difícil de lograr) y en todo caso buscamos no engañarnos a notros mismos.
Ruben, perdóname pero tú haces perder el tiempo a los demás con tus propias confusiones, saqueas en los blogs información para tu propio beneficio aprovechando de las respuestas que se te dan. Mientras tnto insultas soterradamente a los demás. Todas estas características parecen típicas de la estirpe profunda del arte contemporáneo que tu pretendes representar como teórico.
Solo decirles que, como ya he dicho en mi blog, pienso que todos deberíamos destensar la cuerda un poco. A lo mejor deberíamos tomarnos esto con un poco más de sentido del humor, ¿no? Es estupendo por descontado que de vez en cuando haya polémica, un poco de chispa, ¿no? Es la sal de estas cosas. Les invito a todos a que sigan debatiendo, e incluyo en la invitación al mordaz Brasas y al implacable señor JenkinsMallory, pues en el fondo todos contribuyen a la riqueza del debate. Un saludo.
35 comentarios:
La forma de trabajar de Murakami, según lo que he oido, es la de "encargárselo" a sus discípulos. Él dice lo que quiere y sus pupilos lo hacen. Algo que por otra parte ya hacían los grandes maestros de la pintura del renacimiento.
Yo, personalmente, no se si eso es bueno o es malo. Por un lado, no me imagino a mí mismo delegando mi trabajo en otros, incluso me parece casi inmoral, ya que la forma de trabajar se asemeja más a una factoría que a otra cosa. Por otro lado, puede ser una forma de poder trabajar más cantidad y con más agilidad, ni que decir tiene que ganando mucho más dinero.
Que le parece a Apuntes críticos esta forma de crear?
Hola Juanma, es cierto desde el siglo XV los artistas han trabajado con ayudantes, inclusive la enseñanza y la transmisión de los saberes del taller se hacia precisamente de esa forma. Como sabes durante el Renacimiento los artistas oficiales tenían por lo general entre 4 o 5 aprendices a su cargo, no se les pagaba, el maestro debía alojarlos y darles de comer. Y el tiempo que duraban en compañía del mismo les servía para aprender el oficio. Luego para volverse artistas tenían que ejecutar una obra maestra y pagar mucho dinero a las cofradías de la época para poder trabajar de manera independiente. Es conocido que muchos no tenían suficiente dinero y preferían seguir trabajando toda su vida al lado del maestro que los formó.
A mi me parece que esa era una buena manera de aprender y que puede hoy también ser aplicable si el artista realmente sabe lo que hace y puede enseñar algo.
Personalmente hace unos años realicé una experiencia con algunos estudiantes que me colaboraron para hacer unos cuadros (no los tengo subidos en la red) sobretodo porque en esa época no me quedaba tiempo para pintarlo todo y la colaboración en las primeras capas de la pintura (teniendo yo ya muy claro de antemano las imágenes que yo quería realizar) me fue muy útil, finalmente yo terminé los cuadros. Obviamente era un trabajo pagado y además los estudiantes se divirtieron y aprendieron.
A mi me parece que cuando es así, si resulta honesto. Otra cosa es poner a otros a hacerlo todo sin saber ni siquiera como se hace.
Me parece que el trabajo en colaboración es clave. David Hockney dice que la manera de trabajar en los antiguos talleres del siglo XV es muy similar a la forma de trabajo de las grandes producciones cinematográficas de Hollywood donde mucha gente trabaja con un mismo objetivo. Lo mismo pasa hoy en día en los talleres de manga japonés.
A mi me parece que todo esto es arte y es valido, si las cosas son honestas, si el trabajo se paga y si todo el mundo esta contento con lo que hace.
Otra cosa muy distinta es poner a los demás a hacer todo y quedarse con los créditos, poner la firma y ya, con eso no estoy de acuerdo. Hay muchos casos así de gente que manda a hacer las obras, sin ni siquiera manejar la técnica, pero pienso que en ese caso, especilmente cuando es mal pago, puede ser considerado como un abuso y una explotación.
Ahora que me acuerdo, Jeff Koons también tiene un taller bestial, pero este es de los que no tocan el pincel.
no sabia ese dato, pensé que pintaba los cuadros, que mal.
Yo ya sabía lo de Koons,y me disgusta.
Todavía no he visto la expo de Murakami , ni siquiera sé si me apetece...entsc
Dimo: me alegra que a un hartista no le parezca escandalosa la comparación entre el sistema de un taller renacentista y un estudio de Hollywood. Y que se admita que esto y otras cosas (Murakami, los propios cuadros cuyas primeras fases tú mismo encargaste a unos alumnos una vez), "también es arte y es válido". Cuando yo dije cosas parecidas, comparando la producción de arte contemporáneo con el cine, hablando de artistas que no usan sus manos pero "proyectan" igual que un arquitecto, o considerando la Factory de Warhol como heredera de talleres como el de Rubens, todo el hartismo (o más bien su ortodoxia)se me echó encima. En fin, sé que no soy David Hockney: hacéis muy bien en hacerle más caso a él que a mí. Todo sea por la amplitud de miras y la tolerancia con respecto a disciplinas y métodos diversos.
Tambien creo que existen diferentes métodos y disciplinas en las artes plásticas.
Lo que en Apuntes Críticos se critica es que en gran parte del arte contemporáneo los métodos de trabajar en la realización de imágenes han sido reemplazados por los métodos de engañar con discursos. En resumidas cuentas eso es lo que se critica en Apuntes Críticos.
La diferencia entre el taller de Warhol y el de Rubens es que Warhol fue el jefe de una serie de marginales, drogadictos, y estrellas perdidas del cine que participaron en instalaciones y películas a veces aburridas dirigidas por un personaje con peluca. Rubens era un emprendedor más prudente que tenía ayudantes que se levantaban por las mañanas a pintar.
La comparación entre el taller renacentista y un estudio de Hollywood es más plausible porque en ambos casos se trata de crear productos visuales que le interesen al público.
Sobre los discursos de los artistas plásticos que no utilizan las manos para crear, una vez pasado el conceptualismo, creo que vale la pena considerarlos con escepticismo.
Veo que te fijas en lo esencial de los artistas. Sobre Warhol reparas en que usaba peluca. Que su cohorte estuviese compuesta por marginales (¿?) y drogadictos te parece también un dato fundamental, aunque no tanto como el hecho (por comprobar) de que los discípulos de Rubens se pegaran unos buenos madrugones.
Hombre, Dimo, si es precisamente el público lo que crees que comparten el renacimiento y el Hollywood clásico... Yo me refería más al sistema, al trabajo colectivo, a las jerarquías en el taller... Pero, ¿el público? En artes plásticas, algo parecido al público de masas del cine (y artistas influenciados por ello) no empezó a existir hasta finales del XVIII.
El escepticismo está bien, eso por descontado. Pero no tanto como para creer que el conceptualismo haya pasado.
EL público siempre se encuentra al origen de lo que hace el artista. La concepción de que el artista es alguien encerrado en una montana que no le interesa lo que piensen los demás es sabido que es del siglo XIX.
Antes de esa época, SI que los artistas trabajaban en lo que su publico quería. Pienso que esto no implica necesariamente un impedimento para las capacidades creativas de los pintores o escultores.
Inclusive las condiciones muy estrictas impuestas por el clérigo en otras épocas eran en realidad un reto para el artista de genio.
También creo que el público es fundamental así como la disciplina en el trabajo del taller. Otra cosas es que con el advenimiento de la democracia y la aparición de los museos, el publico se hizo más amplio y el arte dejó de ser privilegio de los dirigentes.
Pero pienso que no solo por estos cambios el pùblico se hizo mas numeroso, sino porque las capacidad de apreciar el arte y de valorar el trabajo visual son universales. Mientras en el pasado había cada vez mas pùblico para las manifestaciones del espíritu, hoy hay cada vez menos.
Las exposiciones de pésima calidad, los engaños frecuentes por medio del discurso y las tonterías sin ética, disciplina, método o creación visual que se ven son la norma.
La verdadera vanguardia actual es la que se opone al engaño como estrategia artística.
Y por ello es que yo personalmente estoy a favor del mercado, donde el público elige lo que quiere, que es al final el índice de la sociedad y la cultura donde vivimos.
Dealli el triunfo de los griegos, de los romanos, de los gringos.
Es preferiblemente mil veces apoyar el arte como industria que genera puestos de trabajo para los artistas: industria cinematográfica, comics, producción editorial etc, que el nihilismo sin sentido que solo produce y patrocina la desdicha. Este ultimo no valora a los artistas crativos, sino a aquellos que por el dinero, los contactos y las mentiras exponen en los museos de arte contemporqaneo donde no existe ningun critetrio ni norma de valor.
Dimo: respeto tus gustos y opiniones con respecto al arte actual, aunque no comparta casi nada de todo ello. Pero no puedo tomar en serio las cosas que dices sobre la historia del arte, porque son sencillamente falsas, o, en el mejor de los casos, anacronismos que cometes involuntariamente.
"El público siempre se encuentra al origen de lo que hace el artista", dices Como te expliqué, Dimo, no existe público tal y como lo entendemos hoy hasta finales del XVIII, cuando los salones empiezan a mostrar el arte a todo el mundo, surge la crítica, etcétera. No te engañes, con anterioridad el arte se fabricaba sólo para servir a un patrón (la iglesia, el estado, y más tarde el capital). Por ejemplo, quienes se acercaban a ver el Pórtico de la Gloria no eran público de arte; eran fieles religiosos.
El artista romántico sólo fiel a sí mismo al que aludes surge en el XIX, cierto, pero contra quien reacciona no es contra el público, sino precisamente contra el patrón. El proceso de ensimismamiento al que creo que te refieres rompe sobre todo en la vanguradia histórica (y de forma más radical en las segundas vanguardias).
Por eso decir que "Antes de esa época, SI que los artistas trabajaban en lo que su publico quería" es falsear la historia. Es falso, Dimo, estás aplicando el esquema actual de medios de masas a un montón de épocas en las que nada de eso existía. Eran cuatro. El obispo, el príncipe, y más tarde el banquero.
Habría mucho que decir sobre eso de relacionar tan alegremente "el advenimiento de la democracia", "la aparición de los museos" y la "ampliación del público". Es un tema muy interesante, pero complejo. De todas formas, te concedo que, visto a grosso modo, algo hay de verdad en ello.
Lo que no tiene defensa posible es eso de que "la capacidad de apreciar el arte y de valorar el trabajo visual son universales". ¿Todavía no aceptamos que siempre se habla desde una cultura muy concreta perteneciente a un tiempo muy concreto (sea ésta occidental, oriental, etcétera)? ¿Qué es eso de la universalidad cuando hablamos de cultura? Tampoco te engañes en esto, Dimo: cuando los ilustrados franceses escribieron la Declaración Universal de los Derechos del Hombre sólo redactaron unas cuantas consignas que respondían a determinada tradición de determinada élite de determinada capital europea de determinado siglo. Nada que ver, por ejemplo y por no irnos hasta la China, con el Magreb o incluso Rusia.
Sobre el resto de tus opiniones sobre la situación actual del arte o cómo podría mejorar ya te digo que no entraré. Sólo te pido por favor que sobre historia seas más riguroso.
Pues si no comparte nada de lo que digo, no veo que hace en mi blog o que pretende con esta conversación. Creo que puede buscar más bien a alguien para hablar que no cometa anacronismos, no crea en la universalidad del arte y que sea tan riguroso como usted lo desea.
EN muchos artículos he explicado ya mis opiniones sobre el relativismo cultural, doctrina del arte actual que considero nefasta para la creacion contemporanea, busque los artículos si le interesa ese tema.
Me gustaría responder más, pero la verdad el sentimiento que experimento al leer su mensaje es de ofuscación porque usted pretende "enseñarme" cosas, como si yo fuera un ingenuo que tuviera que enterarme de obviedades que en realidad poco o nada comparto y que sabría bien refutar pero realmente me da pereza por el tono que utiliza.
Igual muchos caemos en ese error, revela un ego desmedido.
Segundo párrafo
(Rae) Público:
7. m. Conjunto de las personas reunidas en determinado lugar para asistir a un espectáculo o con otro fin semejante.
Estoy utilizando esta última, aunque concedo que el termino espectador(es) puede ser mas preciso.
Tercer párrafo: la primera frase hace una afirmación que parece querer aclarar algo que me atribuye que yo he dicho. No he dicho eso. La segunda idea es falsa, históricamente es en el romanticismo.
Cuarto y quinto párrafos: lo mismo que el segundo.
Sexto párrafo: (de a vuelo) el relativismo que todo lo iguala, permite pensar que da lo mismo la Gioconda en el museo del Louvre que una plasta de perro afuera del museo. "La percepción de lo que es arte es un hecho cultural." dicen por ahi los que hoy buscan engañar con obras que no despierten ningún interés. En todo caso es un buen argumento para los astutos.
Sobre el relativismo, tambien por dar un ejemplo de un orden completamente distinto, en la diversidad humana, entre muchas otras canalladas la escisión del clítoris en las mujeres debe ser vista entonces con condescendencia y curiosidad por occidente al tratarse de un hecho cultural que toca respetar, frente al cual las culturas “civilizadas” no tienen porque meterse.
En este punto podemos quedarnos por horas, lo cierto es que no creo en el relativismo, y si creo en la universalidad de los derechos humanos.
Ultimo párrafo: son dos frases petulantes, que sobran en su mensaje. SI no son escritas para agredir ?que aportan al resto de las ideas que expresa?
Pensé que estábamos discutiendo sobre arte. Ya sabes: los antiguos, los modernos, el romanticismo, la vanguardia... ¿Por qué de repente dedicas un post entero a hablar sobre mí? ¿Por qué tanta gente en Internet pasa tan fácilmente de los argumentos a las alusiones personales? No hace falta que me contestes, no es el tema. Te invito a "desperezarte" un poco y a que reformules, si puedes, lo que has dicho sobre el papel del público del arte a través de la historia. También a que me rebatas desde tu universalismo lo que te he contado sobre nuestro inevitable eurocentrismo (o americacentrismo o asiacentrismo...). Y sí, pretendía enseñarte cosas, pero sólo porque creí que te gustaría aprender. A mí sí me gusta, y por eso entro más aquí que en los blogs en los que todo el mundo está de acuerdo conmigo.
Pero Dimo, ¿vamos a reducir la discusión sobre toda una categoría del entramado artístico como es el público (y su evolución histórica) a la definición de un diccionario?
No creo que sea una idea falsa el pensar que los románticos se rebelaron contra los patrones más que contra el público, ni que el ensimismamiento del artista fue un fenómeno esencialmente vanguardista. Son ideas que se puede discutir y matizar, y sólo se pueden despachar diciendo que son falsas si a continuación argumentas por qué. Yo te diré por qué pienso que no lo es.
Los románticos heredan el sistema de salones y crítica, que es el que muy recientemente acababa de crear un público como lo entendemos hoy en día. Digamos que los románticos no se dirigían al público, sino a "personas". Me refiero a que sus idiosincrásicos puntos de vista pretendían conectar con la subjetividad que los espectadores también tenían, y esto cuestionaba la visión unívoca y de valores universales que con anterioridad el artista fabricaba para el poder. El romántico se sitúa contra el poder, pero no contra el público, a quien pretende llegar apelando a otros sentimientos, digamos que más oscuros (lo sublime, lo siniestro... en definitiva, la cara B).
Es indudable que desde aquí arranca el ensimismamiento del arte. Pero yo creo que ello no está maduro hasta que las audacias técnicas llegan a un punto (primero Van Gogh, después Picasso, Malevitch, finalmente Duchamp) y el discurso se hace tan metalingüístico que el divorcio con el público se hace inevitable, salvo que medie una instrucción bastante exhaustiva.
El debate sobre el relativismo es muy complejo. Brevemente: que "la percepción de lo que es arte es un hecho cultural" es algo que sostiene mucha gente seria y con opiniones muy diversas, no sólo los que quieren engañar. Fíjate que ese aserto no es valorativo, sólo descriptivo. En la misma linea también hay mucha gente que dice -yo me incluyo- que la ablación de clítoris es una costumbre que ha llegado al siglo XXI en determinadas zonas de África de manera paralela a como llegó hasta los judíos de hoy en día la circuncisión, o a como lo hizo el numerito del pañuelo con el que los gitanos comprueban la virginidad de las recién casadas. Todo esto es, repito, descriptivo: lo único que decimos es que cada una de estas tradiciones depende de determinadas culturas, no de nada universal. Ahora bien, cuando toca ponerse valorativo, un relativista de este tipo no tiene problema alguno en preferir unas tradiciones sobre otras. No hay más que fijarse en cuáles producen sufrimiento para tratar de eliminarlas. Sí, eliminarlas: como se eliminó la cultura de los nazis o se debería hacer con la cultura mafiosa (por supuesto, nada de todo esto es tan grave cuando se habla de arte). Hay mucha gente interesante que ha escrito ya sobre todo esto, gente que suele ser caricaturizada por quienes no les leen como "relativistas irresponsables". Te recomiendo a Richard Rorty y a Gianni Vattimo, pero hay muchos más. Léeles, de verdad. En cualquier caso, si en un debate quieres defender valores universales deberías argumentar, no repetir que crees en ellos.
No he querido agredir, si lo he hecho te pido disculpas. Sólo busco un poco de rigor en el debate.
Rubén, es ridículo que te asombres de que se te aluda personalmente, por varias razones: en primer lugar tú lo haces siempre que intervienes (que por cierto siempre intervienes dando pesados discursos en calidad de erudito y para "corregir" la ignorancia de los demás)
Además tú mismo eres el primero que ya entras en esta conversación auto-aludiéndote ((repasa tu primer comentario: "Cuando yo dije cosas parecidas..." "sé que no soy David Hockney..." "hacéis muy bien en hacerle más caso a él que a mí"))
¿Para eso atascas las conversaciones con docencias que nadie te pide? -como con el concepto y la historia del "público", cuando este sólo fue nombrado coloquialmente y de pasada- ¿se trata de éso, de una lucha porque te "hagamos caso"?
Y ya que está el foco definitivamente en tí como sin duda buscas, dime también ¿eres adolescente? Esto me intriga más que Vattimo...
Ya estamos con el "y tú más". NO, NO QUIERO EL FOCO SOBRE MÍ, NI CORREGIR A NADIE, SÓLO SALTO CUANDO NO ESTOY DE ACUERDO CON ALGO, SÓLO QUIERO HABLAR SOBRE ARTE, Y QUE SE ME RESPONDA SOBRE ARTE, CON ARGUMENTOS Y SÍ, CON CIERTA ERUDICIÓN SI ES POSIBLE!! Y si no tienes nada que aportar sobre ARTE sólo te puedo decir una cosa: adiós!
La rabieta esta... ¿es un "sí"?
Pues Rubén realmente coincido con Brasas, haces mucho énfasis en ti y luego le buscar cinco patas al gato en lo que dicen los demás.
En Apuntes críticos he escrito en varias ocasiones sobre el relativismo,por ejemplo aquî obviamente de manera ligera como lo permite un espacio como este.
Sobre la investigación académica en arte esta requiere una aproximación diferente al artículo de opinión. Lo digo porque no hay que confundir las cosas. En algún momento estuve trabajando en un texto universitario sobre el relativismo estético (el cual se desprende del cultural), tenía unas treinta páginas de notas pero abandoné la idea porque sentí que finalmente con ese debate me alejaba del arte, de la pintura que es específicamente mi profesión.
Lo que si es muy frecuente es que en las discusiones sobre arte contemporáneo aparezcan argumentos a favor del relativismo casi siempre, como ya dije, para justificar obras que muchas veces carecen de todo interés para la sociedad donde estas surgen. De resto pienso que esta misma temática casi nada tiene que ver con la actividad artística seria, disciplinada y que concierne oficios específicos: pintar, esculpir, hacer grabado, comics, video, etc.
Así como tú dices también hay mucha gente seria y desde campos tan diferentes como la psicología, la lingüística, la historia del arte y las ciencias naturales que desmienten desde sus diferentes campos las ideas relativistas. Seguramente conoces los autores así que prefiero no “aconsejarte” que leas tal o cual como tu lo haces.
El punto sobre que debemos hablar sobre arte, estoy de acuerdo, cuando quieras hablar sobre pintura, escultura, grabado, comics, con mucho gusto me apasionan estos temas. Lo que pasa es que quedarse en disquisiciones ideológicas sobre los marcos, (tal como tu y de paso como muchos artistas contemporáneos plantean el trabajo artístico) casi no aporta al desarrollo del trabajo en el taller (como sabrás soy pintor) y son en general temáticas muy poco imaginativas.
Por ahora Apuntes Críticos intenta salirse en lo posible de enfocar la reflexión sobre estos temas, ya que son herencia del conceptualismo y por lo tanto una tara para la creación contemporánea tal como aquí la entendemos. Es una opinión personal, claro está.
Ok, Dimo. De repente saltas con que no quieres discutir sobre los "marcos" (sobre el discurso), sino sólo sobre el oficio (la técnica). Es respetable. Pero no tenías que haber esperado hasta ahora para salir con esta pobre justificación que sólo quiere eludir el debate. La culpa es mía por pensar que sí te interesaban rollos teóricos como lo del Universalismo Vs. Relativismo. En fin, que te vaya bien pintando.
Extraño que alguien con cierto nivel como tu Rubén considere que “técnica” es igual a “oficio”. Y más grave me parece pensar que hablar sobre el oficio en arte sea hablar solo de la técnica (!)
¿Porque hablas de pobre justificación?. De por si, quitándole los epítetos a tu discurso creo que queda poco.
Te repito por tercera vez, el tema del relativismo lo he tratado muchas veces en Apuntes críticos, por eso no quiero repetir mil veces mâs lo que ya he dicho en muchas otras partes. Si tú eres relativista bien por ti. Yo no lo soy y punto. Es como si alguien que es cristiano quiere convencer a un musulmán que el cristianismo es la verdad o viceversa.
¿Porque el ejemplo teológico?
Porque cuando hablamos de relativismo y universalismo estamos hablando de creencias individuales.
Y en el plano de las creencias, para saber quien tiene la razón, por mi parte no me hace falta esperar a que las ciencias avancen lo suficiente para demostrar que tener cierta predilección por la luz más que por la oscuridad es una tendencia universal en los seres humanos. Se trata de un hecho simplemente.
Esa y mil otras circunstancias universales en nuestra especie, que no son culturales y que podría citarte intervienen en la percepción visual, estética y artística.
En fin, no faltan los relativistas que pretenderán que la ciencia es una "construcción cultural" asimilable en el plano de la certitud a lo que pueda decir cualquier tipo de chamanismo.
Basta decir que a mi me interesa mucho el chamanismo pero no en el plano de la argumentación discursiva sino en el de la imaginación.
Sobre el oficio artîstico, te aconsejo mi último post.
¿Brasas? ¿Sigue ahí? ¡Qué calladito! ¡Con lo que usted era!
Teucro, ya le aticé en la cresta a tu alter ego Rubén... no sé qué más quieres ;D
Sobre relativismo suscribo todo lo de Dimo. Saludos!
No quiero nada, Brasas, solo pretendía picarle a usted un poco. Atícele a quien quiera si eso es lo que le gusta. Más saludos.
teucro85
Sinceramente, creo que no sabéis ya ni lo que estáis discutiendo, o por lo menos por qué lo hacéis. Resulta curioso leer lo siguiente en la introducción del libro de Rubén Pardiñas:
"Muchos artistas contemporáneos han conseguido, desde Duchamp, exasperar al espectador con sus difíciles discursos y sus obras construidas con objetos sacados del cubo de la basura. ¿Cómo algo tan simple podía significar cosas tan complicadas? Y sobre todo, ¿por qué el arte no nos ofrece demasiadas lecturas trivializadas de estos discursos, como si no mereciera la pena hablar de ello si no es profundamente?
En mi opinión, es un hecho que en cierto —y quizás no muy visible— sentido el artista contemporáneo sí se ha ido alejando de tanta seriedad y erudición discursiva. El animado viaje del arte objetual al arte de concepto parece que vuelve a su punto de partida, y con bastante morriña. Así, con la misma celeridad con que el cine se ha visto invadido de monstruos y explosiones digitales, la música de sofisticados recursos tecnológicos, y la mayor parte de las ciudades españolas de vistosos museos de arte moderno, muchos artistas se han ido cansando de la austeridad estética que el conceptual les exigía. Por ello, hoy, los objetos de deseo no son ya simples mondas de plátano, ni siquiera cuadros o estatuas, sino cosas bastante más llamativas. De la creciente espectacularidad de la obra de muchos artistas actuales se deduce que estos han alcanzado el convencimiento de que el arte es, definitivamente, el dominio de la forma sobre el contenido. No les falta razón. Después de todo, es la forma lo que hace que las grandes obras de literatura no sean telegramas, o que las buenas películas no sean vídeos domésticos. El discurso sigue estando ahí, si cabe más jeroglífico todavía, aunque demasiadas veces el artista delega todo esto en el crítico para concentrarse en su tarea como «escenógrafo». Pero descifrar esos discursos produce con frecuencia una situación desconcertante. Al contrario de lo que ocurría con la simple monda de plátano que encerraba toda una metafísica de la vida, la compleja instalación de vídeos interactivos en tiempo real que nos apabulla en el Guggenheim de la esquina resulta ser tan solo la misma crítica del capitalismo que venimos oyendo desde que Breton proclamaba junto a Trotsky la reconstrucción total y radical de la sociedad a través del arte"
¿Así es como se defienden las prácticas artísticas conceptuales? ¿No podrían suscribirlo esto Dimo y Brasas? ¿O es que se trata de venir aquí a llevar la contraria por el simple placer de hacerlo? No entiendo nada.
¡Por favor, JenkinsMallory! ¿Es tan difícil comprender que no todo es blanco o negro? No deja de sorprenderme la capacidad de algunos para auyentar a buenos contertulios con sus ofensas.
"Por ello, hoy, los objetos de deseo no son ya simples mondas de plátano, ni siquiera cuadros o estatuas, sino cosas bastante más llamativas. "
Me molesta algo del tono de este escritor, como que quiere que todos suscriban a él atacando a las dos partes, pero intentando ser cómplice de ambas al tiempo.
Es decir como que le falta comprometerse con una posición y no picar en todas y hacer un popurrí. Hay algunos teoricos que juegan esa carta pero se quedan en laacumulacion de datos.
De todas formas esto es una impresión a partir de esa transcripción, habría que leerlo más.
A mí lo que no deja de sorprenderme es tu cursilería, Teucro (y perdona que te lo diga). Este tipo de discusiones son muchas veces agrias. Poner en cuestión a un autor no es auyentarlo ni ofenderlo, es sólo CUESTIONARLO. No estoy de acuardo contigo en nada, Dimo, pero tengo que coincidir en que el texto no se decanta, es demasiado ambiguo. A mí también me gustarían posicionamientos más firmes.
Trataré de ser menos cursi con usted, JenkinsMallory (gran nick nada cursi). Saludos,
teucro85
JenkinsMallory: ya dije en otro sitio que yo también soy crítico con el arte conceptual, y con el arte contemporáneo en general. La diferencia es que a mí me gustaría que mejorase, no que desapareciese. Ocurre que cuando enfrente tienes a los apóstoles del hartismo -quienes plantean el debate en términos radicales como "pintura=arte verdadero" Vs. "conceptualismo=timo"- y no hay más donde elegir, pues uno acaba defendiendo lo que no quiere. Ese texto que reseñas, y en realidad todo el libro, era, es cierto, un cuestionamiento de ciertas derivas del arte contemporáneo. Pero hecha, repito, con afán constructivo, no reclamando una vuelta a la pintura (que nunca se ha ido, por cierto) ni a la manualidad, ni tachando de fraude a todos los conceptuales.
Dimo: como dices, tendrías que leer más para tener una opinión completa. Pero con respecto a las intenciones que me supones (intentar que todos suscriban lo que digo atacando a ambas partes y siendo cómplice de ellas) vas francamente desencaminado. No puedo dejar de dar la razón a teucro85: no todo es blanco o negro. El arte contemporáneo es difícil, y también lo es posicionarse sobre él. Quienes muchas veces reclaman un "compromiso" firme no se dan cuenta de que eso solo sirve, como ya expliqué, para simplificar el debate.
Por otra parte: el libro está escrito hace mucho tiempo; ni siquiera yo estoy de acuerdo con muchas cosas que se dicen en él.
Para terminar, una sugerencia para JM, Brasas, teucro85 y el resto de anónimos y nicks (cursis y no tan cursis). Os recomiendo que déis la cara; ya veréis cómo así no se os suelta la lengua con tanta facilidad, escribiréis cosas más meditadas e inteligentes y todos aprenderemos más.
El arte contemporáneo para mi no es difícil Rubén, según dices para tî si lo es.
¿Cual es tu definición de arte?
Como dijo un día espléndidamente Anxo Varela, yo puedo darte una definición de arte, pero dudo que tú puedas darme una. ¿Porque? Porque todo lo ves difícil. Confundes arte y teoría del arte.
De todas formas, sigue escribiendo, tal vez llegues a algo, pero procura tomar posiciones pero no te quedes como muchos en aguas tibias por encima y odio a la pintura por debajo.
Ok, ya te capto, Rubén. Posmodernismo rancio, metalingüística que no falte y relativismo a saco, como se decía más arriba. ¿Y el compromiso? Cero. Con defensores así el arte contemporáneo no necesita enemigos.
Yo también os capto, y veo que no tiene ningún sentido volver por aquí. Lo que os gusta es la concreción de las definiciones y la seguridad de los posicionamientos férreos, esto es, todo lo que os pueda proporcionar una visión del arte exenta de dificultades. Eso es lo vuestro. Lo fácil.
Lo fácil no, lo transparente. Aquí buscamos la claridad en las argumentaciones, la simplicidad en la comprensión de los fenómenos (que es lo mas difícil de lograr) y en todo caso buscamos no engañarnos a notros mismos.
Ruben, perdóname pero tú haces perder el tiempo a los demás con tus propias confusiones, saqueas en los blogs información para tu propio beneficio aprovechando de las respuestas que se te dan. Mientras tnto insultas soterradamente a los demás. Todas estas características parecen típicas de la estirpe profunda del arte contemporáneo que tu pretendes representar como teórico.
Ve con Dios.
Solo decirles que, como ya he dicho en mi blog, pienso que todos deberíamos destensar la cuerda un poco. A lo mejor deberíamos tomarnos esto con un poco más de sentido del humor, ¿no? Es estupendo por descontado que de vez en cuando haya polémica, un poco de chispa, ¿no? Es la sal de estas cosas. Les invito a todos a que sigan debatiendo, e incluyo en la invitación al mordaz Brasas y al implacable señor JenkinsMallory, pues en el fondo todos contribuyen a la riqueza del debate. Un saludo.
"saqueas en los blogs información para tu propio beneficio": qué tontería es esta?
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