domingo, 10 de julio de 2011

Con la soga al cuello




La sensibilidad hacia ciertos géneros y estilos se va agudizando mientras se profundiza en los intereses que se adquieren por temáticas y temporadas. Esto es como el ahorcado sacando la lengua, creadores consumiendo creaciones... obras en proceso intentando valer algún día en medio de un mundo de fabulosos artículos gratis para bajar y consumir virtualmente. Nos enfrentamos aquí al único momento en que el comunitarismo procura tentaciones producidas por la energía individual.
Un factor que rescata la desviación de la energía es material y corporal: no es lo mismo leer un comic en la pantalla que acostado sobre la cama, boca abajo con el libro puesto en el piso. Sin embargo los adminículos electrónicos ya están permitiéndolo. ¿Sera necesario comprarse uno?
Recomiendo este comic

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