lunes, 6 de abril de 2009

La inmortalidad de la representación en el trabajo creativo





(modelado 3d de la cabeza del director de Apuntes críticos)


Una máquina como el computador llegará a tener conciencia cuando tenga la capacidad de desarrollar una imagen autónoma de sí misma. Una de las características que nos diferencia a los seres humanos de los objetos, de los vegetales y de los animales es que tenemos la capacidad de construir representaciones de nosotros mismos, útiles para generar sistemas de conocimiento del mundo.

A lo largo de la historia, la construcción de representaciones comprende la posibilidad de volver a presentar, a través de imágenes, actividades psíquicas imaginaria o reales.
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En ese sentido, la representación como actividad intrínseca a la conciencia humana no es un “tema” en el arte, sino un medio o lenguaje de transmisión mental. Sin embargo mucho me temo que esta realidad se ha malinterpretado por las teorías del arte no objetual, que no reconocen mecanismos esenciales del funcionamiento del cerebro asociados al trabajo creativo.

A pesar de los intentos en el arte contemporáneo por ir hacia la destrucción de la formas (lo que ha llevado incluso a la negación actual de la imagen en el arte), lo cierto es que la representación como actividad intrínseca a la creación humana esta hoy mas activa que nunca.

Los sistemas virtuales de representaciones en tres dimensiones que entroncan con el interés realista que aparecía en el Renacimiento son un ejemplo y demuestran una vez más que la historia del arte es circular, y más cercana a las continuidades que a las rupturas.

Las imágenes que puse arriba son las de mi cabeza modelada con un programa gráfico. Ha sido una experiencia graciosa y útil generar estas imágenes, pienso utilizarlas en mi trabajo como referentes o modelos que dan pistas para obras realizadas sin el computador.

En mi trabajo personal no pienso estas imágenes como resultados en si. Siento que para crear representaciones realistas el uso de la máquina no me permite acentuar nítidamente la forma individual imperfecta y humana de crear representaciones. La relación directa entre el cerebro, la mano y una superficie real creo que es aún irremplazable para vehicular con nitidez el excedente misterioso de la creación individual, que se genera en un diálogo personal de desciframiento de los propios movimientos corporales. En la pintura, este diálogo está condicionado por la búsqueda de un ideal estético. Búsqueda en la cual, al cabo de los años, el artista de genio logra poner a su servicio el medio imperfecto y único del uso de su propio cuerpo vivo para crear imágenes de si mismo y de su entorno mental, generando así el estilo individual.

1 comentario:

Blanca Oraa Moyua dijo...

A mi me ha gustado mucho el trabajo que has hecho.
Además eres guapo y ancima sabes muchísimo de informática, me das envidia.