Si, hay un autor de manga que me obsesiona es Jiro Taniguchi. De él, hoy acabé este libro “Quartier Lointain” (2 tomos). Es una historia de un hombre de 48 años que vuelve a su cuerpo cuando tenía 14 años e intenta restaurar un pasado truncado por la desaparición de su padre. Un libro autobiográfico impresionante, una historia conmovedora y unos dibujos increíbles. Me hizo pensar en la maestría gráfica de Van Eyck. Lo recomiendo totalmente, quedé sin palabras.
De otra parte he estado acercándome también a algunas páginas del Génesis de Robert Crumb, pienso que solamente a este otro genio podía ocurrírsele la idea de ilustrar el libro sagrado. Comentábamos con mi hermano (que compró el libro) lo bien que logra caracterizar los personajes semíticos para contar todas esas leyendas colmadas de pasiones, reacciones y deseos primarios que reflejan muchos de los más profundas agitaciones del hombre contemporáneo.
Hace poco salió un artículo en el Espectador sobre las reacciones mundiales que ha producido este libro de Crumb y me llamó la atención la defensa de la obra que hace un comentarista diciendo que “Crumb es uno de los más grandes caricaturistas del momento”. Me molestó un poco porque esta alusión supone que un caricaturista y un dibujante de cómics son lo mismo, cuando no hay tal.
El “caricaturista” suele asociarse más al trabajo del dibujo deforme de las facciones de alguien que puede comprarse en espectáculos tipo diversiones de parque. Es diferente al dibujante de cómics cuyo trabajo se asocia más fácilmente al de un grabador, y en el caso de Crumb es evidente que su obra es muy próxima a la gráfica de Durero. Decir que un dibujante de cómics es un “gran caricaturista” me da la sensación de que baja el estatus del dibujante de cómics a unos resultados menores que hacen a muchos pensar que el cómic no puede ser considerado “arte” al mismo nivel que la pintura o el video. De allí entonces se desprende una degradación del trabajo en cómic negando lo que en realidad es: un gran arte y no un asunto de caricaturas de feria.
De otra parte, ayer fui al museo de arte contemporáneo a ver una exposición, y como dice un viejo amigo me encontré con las mismas “conceptualadas” de siempre. A veces como que de lejos me daba incluso pereza acercarme a una que otra obra, pues al tenerla al lado confirmaba la misma sensación de fraude, desazón y aburrimiento. Parece como si poner pantallas con cualquier cosa, y hacer obras inentendibles para hacer sentir ignorante al pûblico fuera aun una estrategia muy recurrente. Y es extraño porque en performance o en instalación o en cualquier otro medio podrían hacerse obras dicientes, transformando los materiales y generando grandes construcciones estéticas pero ¿por qué no ocurre?
Pienso que una persona creativa en cualquier medio artístico podría hacer imágenes artísticas. Ahora la influencia del conceptualismo que hace que uno frente a la obra DEBA reflexionar sobre qué es una obra de arte impide y vuelve seca cualquier experiencia visual de un orden superior. El arte debería causar una emoción significativa, perturbadora, trascendente, debería liberar la imaginación. Eso me ocurre más ahora con los cómics y no con todo ese montaje de obras pretenciosas que se inventaron a partir de un movimiento tan caduco como el conceptual, que si bien abrió la posibilidad de explorar con nuevos materiales, dejó un legado discursivo que se ha vuelto una tara por superar, pues producir sentido hablando del arte no corresponde a los intereses ni del público ni de la gran mayoría de los artistas.
8 comentarios:
exelente su reflexion, aqui en colombia yo siento lo mismo cuando voy ha mirar una exposicion de arte contemporaneo,no me dan ganas ni de acercarme, lo unico q aprendo cuando visito estas exposiciones, es q debo seguir pintando mi obras mis imagenes, es lo unico q siento, para no perder tanto el tiempo como lo hacen muchas personas con su arte conceptual , y lo peor, ellos no saben q todas las personas no son artistas.
"Y es extraño porque en performance o en instalación o en cualquier otro medio podrían hacerse obras dicientes, transformando los materiales y generando grandes construcciones estéticas pero ¿por qué no ocurre?"
Es correcto, en videoarte, por ejemplo, se PODRÍAN hacer buenos trabajos de la imagen. Se podría, el medio lo permite, pero no se hace. Si uno se remonta al origen del videoarte te das cuenta de que los pioneros (Nam June Paik y compañía) estaban muy ligados a movimientos ultra-conceptualoides "tipo Fluxus", entonces, consecuentemente, lo que hacían eran conceptualadas que excluyen todo tipo de trabajo estético sistemáticamente.
Ese es el origen, y en esas se sigue. No es culpa del medio en sí, si no de la influencia conceptualoide que pesa como un lastre en estos medios en concreto, y en el arte en general.
Por ejemplo, hasta la fecha sólo he visto una buena exposición de videoarte: una de Bill Viola. ¿Y por qué me gustó? Porque cada video consistía en un buen trabajo de la imagen.
Cada vez creo más que es el "cómo" y no el "qué" lo que hace que un trabajo artístico sea excelente. Qúe son Las Meninas? Una imagen de familia de la casa real. Por qué es tan relevante? Por el excelentísimo trabajo de la imagen que suponen. Si fuera una pintura mediocre, significaría lo mismo, diría las mismas cosas, pero pasaría inadvertida por la historia.
Una "conceptualada temática", por ejemplo, aquello del autocuestionamiento del medio y demás. Se PODRÍA resolver de forma plásticamente excelente. Y creo que hacer ese tipo de experiencia pone en cuestionamiento (real) la propia razón de ser de la mierda en lata, pero sin caer en sus defectos.
El arte conceptual se vuelve muy facilista,algunos pudiendo investigar mas, prefieren hacerlo todo mas facil, copiar y copiar lo q ya han hecho desde hace mucho tiempo, por eso la sociedad no se interesa en al arte, lo que ellos miran es pura basura, aunque nosotros sabemos y los q estamos comprometidos con lo q hacemos ya eso lo sabemos, eso no debe ser ya uan justificacion para no seguri haciendo las cosas al contrario, con mas ganas se hacen, y se seguira experimentando y aprovechando la internet para aprender mas.
Estoy bastante de acuerdo contigo, Juanma, efectivamente hacer arte verdadero (formal) con ese tipo de temas sería posible. Pero ¿son temas realmente interesantes, y de serlo resultan interesantes plásticamente?
Yo no puedo evitar ver cierta impostura cuando el tema de un cuadro es "la Paz", por ejemplo, o la crítica social en sí. En "la Balsa de la Medusa" la autenticidad está para mí no en el tema en sí, tantas veces reseñado, sino en la verdad acumulada de cientos de horas que Gericault pasó en su estudio dibujando cadáveres y enfermos, y que, por pudor, suavizó en la composición final. O en los cientos de horas que pasó consumiéndose por sus amores fallidos, o en los cientos de horas que pasó repitiendo formas y calculando pesos compositivos en los cientos y cientos de bocetos previos. El "tema" en arte es para mí algo totalmente accesorio, perfectamente sustituible. Siempre hay algo inefable, imposible de definir con palabras, que hace grandes a las grandes obras, y que consigue que un "modesto" autorretrato de Rembrandt ilumine el Thyssen de Madrid más que todo el resto de la sala junta. Es la expresión de la belleza con el poder que da la sabiduría de un gran artista la que realmente convierte a algunas obras de arte en grandes.
En realidad el tema puede ser incluso el hilo conductor, yo le llamo "la excusa" a la que el artista se agarre para crear. A mí por ejemplo, esos temas "importantes" de nuestra sociedad no me dicen mucho (artísticamente, quiero decir), pero si a ti te seducen ¡adelante!, probablemente llegues a grandes resultados si esa "excusa" te convence como me convence a mí la belleza cotidiana del cuerpo femenino.
El texto anterior me ha quedado un tanto "denso", mi opinión es que el tema tan sólo constituye una "excusa" para crear, como puede en otro momento ser excusa válida la técnica, la investigación estética (vanguardias), etc. Pero al final el arte siempre habla de lo mismo (lo sentido) y con un lenguaje muy semejante (técnica).
Al ver la imagen del autor junto a una obra de Vincent van Gogh, me he dicho para mis adentros... "otro argentino". Y me he equivocado, otro si pero argentino, no.
Vaya, entonces, ¿a que es debido a que me resulte tan complicado leer un texto en castellano?.
La verdad es que para decir algo coherente, no hace falta más que tener coherencia, quizá el problema sea que necesitemos de vestirnos de artísta, y tener miradas introspectivas al fondo de nuestos intestinos para darnos cuenta de ciertas cuestiones que se explican con relativa sencillez.
Siempre hemos luchado por la igualdad entre hombres y mujeres, entre hombres y hombres, o mujeres y mujeres, pero no podemos, o creo que no queremos, despojarnos de aquello atábico como pudiera ser el "sudaquismo", la herencia nefasta en Sur América que hace a los hombres un tanto especiales, ñoños y "victimas de la opresión", de la que no se libran, o no nos libramos, vaya, ni con un pincel en las manos, ni con una pluma y eso que dijeron que hera más fuerte que la espada.
Ser crítico es difícil ya que no es posible hacer tortillas sin romper huevos pero en ocasiones...
Espero que no se nome nadie a mal mi comentario ya que pese a todo desde mi más profundo respeto por el arte, y los artistas, aveces no podemos contener aquellas: "...reacciones y deseos primarios que reflejan muchos de los más profundas agitaciones del hombre contemporáneo".
A qué viene esto?
Dimo:
Me alegra mucho ver que estás dando un vistazo al cómic contemporáneo, medio que junto a la ilustración, ha gozado mas bien de miradas y comentarios despectivos por parte de la mayoría de artistas plásticos de fomación.
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