jueves, 24 de diciembre de 2009

Felices fiestas


Este es otro dibujo del cómic que estoy haciendo. Ahora veo con más claridad las diferentes tareas que deben efectuarse cuando se realiza una historia dibujada. La combinación de dibujos y textos generando una narración visual es realmente un medio muy poderoso de expresión artística.

Por eso, cada vez me parece más absurdo el menosprecio al cómic por parte de esas corrientes retardatarias que pretenden basar sus obras conceptuales EN el cómic, creyendo que esa idea es más diciente o legítima artísticamente que HACER un cómic.

Algún interesado debería ocuparse en reescribir la historia del arte de los últimos cincuenta años. El diseño, el cómic y la pintura deben aparecer como medios principales en la creación visual contemporánea. Es una falta de respeto con la mayoría de los creadores visuales que la tendencia en auge hoy consista en un arte que habla sobre el arte, predisposición que cada vez más personas ven como un engaño.

Además todo este panorama desolador que se ve en los que refutan los oficios da para especular ¿cómo sería un escrito histórico sobre el arte de esta época redactado quinientos años en el futuro? Todos esos nombres que ni siquiera hoy podríamos imaginar; individuos desconocidos que en este momento están trabajando silenciosamente, desarrollando imágenes con técnicas y tecnologías de la época para las grandes producciones cinematográficas, seguramente. A mí me parece evidente que la historia del arte va a terminar citando algunos dibujantes de cómics, ilegítimos como artistas según los vasallos del arte relativista, fanáticos de Foucault y demás endiosados.

Pero, entre los adoradores de iconos en la Europa de los siglos XV y XVI ¿cuántos sabían de la existencia de Miguel Ángel o de Leonardo? ¿Acaso los militantes del inmovilismo artístico actual todavía creen que los artistas más importantes de nuestro tiempo son todos esos falsos manieristas de Duchamp, de Warhol y de Joseph Beuys?.

La mayoría de letrados se engañan históricamente.


Por ahora la empresa artística Apuntes críticos entra en vacaciones. Estamos consagrados por completo a la actividad artística. Tan pronto podamos, seguiremos informando más adelante, cuando el trabajo artístico lo permita.

Felices fiestas.

10 comentarios:

Juanma Moreno dijo...

"El diseño, el cómic y la pintura deben aparecer como medios principales en la creación visual contemporánea" totalmente cierto.

Hay gente que hace trabajos magníficos en "contextos no-artísticos", y solo por esa razón no se considera arte lo que hacen. Por ejemplo, en la industria del videojuego, hay gente que trabaja la imagen de forma excelente, realmente excelente, y así con todas las posibilidades creativas de la imagen.

Yo, personalmente, no le reprocho al arte oficial que hable sobre arte, al contrario, me parece un tema muy interesante de cara a la creación. Ahora bien, casi siempre, cuando se trabaja este tema, se suele hacer desde el academicismo conceptualista, con la consecuente negación de la estética, y el pobre trabajo de la imagen resultante, y eso si que me parece reprochable.

Estos mismos temas recurrentes en el conceptualismo se pueden o podrían trabajar desde la estética, y es esto algo que creo puede ser productivo, ya que es una forma de evidenciar cómo no es necesario caer en su formalidad anti-estéticas y anti-público para decir lo mismo.

Alejandro Hosne dijo...

Hola, Dimo

Estoy de acuerdo con lo que señalás, unir la narración con el dibujo es todo un arte (uso esta palabra, digamos, en forma coloquial, ja). Creo que si uno deja los prejuicios de lado, y digo uno, no los voceros oficiales del prefabricado arte actual, el comic atrapa y estimula como el resto de las artes, sean más nuevas o más viejas.

Tipos como Oesterheld y Moore son tan artistas como Orwell o Manuel Puig, por decir nombres al azar. Es el afán de controlar y etiquetar lo que destruye el arte, cualquier arte. El arte puede estar en todas partes pero el choque estético, emocional y/o filosófico que uno experimenta es lo que proyecta el arte más allá.

El "más allá" no es un museo sino el espectador, los espectadores.
El buen comic tiene todo esto, al margen de lo que digan o no digan los críticos con micrófono.
Por cierto, tu dibujo me hizo acordar a Geoff Darrow.

Saludos y felicitaciones por tu blog, no lo conocía hasta hoy.

Alejandro

Brasas dijo...

Saludos Dimo!

Es interesante ver que unas manifestaciones artísticas liberan la imaginación del individuo y otras lo deprimen y lo coartan. En este sentido no podemos conformarnos con que nos digan que algo tiene el marchamo oficial de "Arte": Creo que es necesario ser críticos con esa simple etiqueta y juzgar más el verdadero efecto (opresivo o estimulante) de las obras.
En un efecto bastante opuesto al del cómic se encontrarían por ejemplo las arquitecturas opresivas y megalómanas de las que se burla el autor de este artículo jocoso cuya lectura recomiendo a todos:

http://vicisitudysordidez.blogspot.com/2009/11/satan-es-mi-senor-parte-i-tu-vida-va.html

dijo...

Lo de hablar del arte a través del arte es la estrategia principal del arte conceptual contemporáneo, y su mención es la excusa frente a la duda que esas manifestaciones generan. Hay que rechazar esa temática tajantemente para liberar al arte de enganchados que no son vivencias humanas relevantes para el común de los mortales. Esos juegos para conocedores son una plaga. Obviamente una obra de arte se enraizada siempre en una tradición y en ese sentido cualquier obra artística habla del arte mismo, pero análisis sobre ese tema se pueden hacer muchos y no constituyen la verdadera esencia de la creación artística, que considero está en el desciframiento estético del espíritu humano.


Coincido en que el arte produce choque emocional, pero es un argumento de doble filo, porque el choque por el choque es un efecto que no trasciende más allá, de resto totalmente de acuerdo con las demás apreciaciones de Alejandro, gracias por pasar.

Me parece muy ilustre la diferenciación entre las manifestaciones artísticas que liberan la imaginación del individuo y las otras que la deprimen. Creo que se puede aplicar substancialmente a lo que ocurre en el arte actual. Sin embargo no estoy de acuerdo en relacionar esa idea con la arquitectura contemporánea. No soy muy sensible a los espacios arquitectónicos como lo soy a otras construcciones artísticas, pero admiro encontrar construcción matemáticas hechas realidad de una manera tan precisa e ingeniosa, creando formas que no me oprimen en realidad, me encantaría visitar esas edificaciones. Por eso no entiendo mucho la demostración que busca el autor del link que envías Brasas. Lo de Satan si es gracioso.

Brasas dijo...

Hombre, lo de Satán es más gracioso cuando los edificios ahí criticados te parecen realmente bodrios siniestros (como es mi caso) pero si les ves tanto aliciente matemático... sólo me cabe pensar que tienes arquitectos en la familia ;D
No, ahora en serio: Yo sinceramente no creo que esas colmenas para hacinar trabajadores tengan más ingenio o más armonía o valores matemáticos que cualquier iglesia o edificio antiguo. Pero aunque lo tuvieran... ¿no crees que valorar la arquitectura por su precisión matemática puede ser tan parcial como valorar el arte por su choque emocional?
¿realmente preferirías -para vivir tú- el París que proponía Le Corbusier al París histórico?

dijo...

No Brasas, creo que lo de Satán es más gracioso cuando uno NO sabe bien por qué la persona lo dice.

Tal vez se podría aplicar a otras imágenes clasificadas y en muchos casos el efecto sería el mismo. Da para pensar en lo peligroso que son los extremismos en cualquier época. Yo deseo no ser vinculado a ningún grupo extremo, por eso no critico medio alguno como medio (por ejemplo los que critican la instalación o el performance como medios artísticos) lo que si no estoy de acuerdo es con ciertas ideas que resultan en focos de corrupción del arte y en pésimas y pueriles realizaciones. Pero a la vez hay que ser prudente porque cerrarse a la comprensión y satanizar (en broma o en serio) puede volverse un problema.

Sobre lo que dices, pues mientras viví en Francia siempre tuve la sensación de que tantos edificios históricos, incluyendo la mayoría de los edificios de habitación construidos a finales del siglo XIX, eran muy pesados y engorrosos. Contribuyen al sentimiento de pesadez histórica que de alguna forma resulta algo cargado y poco liberador en Europa. Las catedrales, la plenitud, majestad y reverencia ante Dios si me gustan mucho. Tal vez la flaqueza de esas edificaciones que tú criticas es que no tienen ningún fin por fuera de vanagloriar al hombre por el hombre. Sobre que sean de mal gusto, depende donde estén situadas. Si es toda una sociedad con gustos así, pues adelante, desde que no se caigan, hay que crear nuevos mundos.

De Le Corbusier no se mucho, no tengo suficientes elementos para aportar un juicio, solo recuerdo una anécdota que fue que cuando estuvo en Bogotá un periodista le pregunto a él que qué se podía hacer a nivel arquitectónico para mejorar el centro de la ciudad. Respondió que lo único que se podía hacer era derribarlo todo y volver a construirlo porque estaba muy feo.

dijo...

Para el trol: el arte conceptual no es un medio artistico, es un movimiento artistico.Por favor registrarse como persona para opinar.

Alejandro Hosne dijo...

Hola Dimo:

Aclaro que haber usado la palabra "choque" no fue producto de una larga meditación sobre el término ni sobre su significación, como si tuviera que referirse a un efecto o algo así.

Más bien estaba hablando de un contacto emotivo, ya que sin él, para mí, entonces no hay arte. Lo formal por sí solo no es nada (esto sí lo digo luego de haber meditado). Y la emoción se aplica tanto si las obras son frías, o muy directas o muy sutiles, o despojadas, eso no tiene nada que ver.
Espero que la aclaración haya aclarado algo, ja.

Saludos desde México

Alejandro

dijo...

Alejandro, gracias por la aclaración. Si estoy de acuerdo, el arte debe producir un contacto emotivo que se revela no a través del choque sino por medio de la acción de los oficios que el artista tiene para interpretar y explorar el espíritu de los seres.

Algunos dirán que ésta es una interpretación “decimonónica” del trabajo artístico, pero... ¿entonces qué? ¿Qué sentido tiene decir que algo es del siglo XIX o que es de otra época? Esta época las comprende todas, todas viven y coexisten gracias a la consciencia histórica, así que qué mejor que extraer lo que cada época tiene como algo excelso en ideas y en propuestas para así construir una visión personal y única del mundo.


Saludos.

TTVV dijo...

Juanín Brasas! Quue bueno reencontrarnos!!! también eres arquitecto frustrado además de artista frustrado???? me parto contigo oye...